jueves, 29 de octubre de 2009

En jaque Amazonas y Apure


Una torre de transmisión está amenazada por el Orinoco y las denuncias a lo largo de 4 años no han hecho reaccionar al gobierno
Por: Damian Prat C./Guayana

Mientras el Presidente dice preocuparse porque un pueblo apureño como Elorza pueda quedarse sin energía eléctrica y propone quitársela al Sambil caraqueño, como si una cosa tuviera que ver con la otra, la realidad es que el suministro eléctrico para Puerto Ayacucho, todo el estado Amazonas, la zona de las minas de bauxita en Los Pijiguaos y parte del sureste de Apure está "guindando" de unos pilotines enfrentados a las bravías aguas del Orinoco.

El caso ya tiene 4 años desde que fue denunciado ante todos los organismos del gobierno y ministerios que tiene relación con el tema eléctrico, sin que hasta el momento "la revolución" haya hecho más que dos o tres inspecciones técnicas sin consecuencias prácticas ni acción alguna, mientras el problema se agrava.

La energía eléctrica llega a esas apartadas zonas del sur y sureste venezolano ­incluyendo a Puerto Carreño en Colombia­ gracias a una línea especial del tendido eléctrico del llamado Sistema de Transmisión Sur que abarca desde la Subestación San Gerónimo, en el estado Guárico, hasta la Subestación Puerto Ayacucho con subestaciones en Cabruta, Caicara, Pijiguaos, El Jobal, Ayacucho y Pto. Nuevo.

Son 542 kilómetros de Línea en 115 KV en Doble terna y 66,9 km en Simple Terna.

Todo construido por Edelca en sus tiempos estelares y de gran labor social de los años 80 y 90, puesto que lo que se paga en esas zonas por el servicio no alcanza para cubrir los costos de la inversión, pero Edelca, la CVG y el Estado venezolano lo asumieron como un justo plan para atender a las comunidades de esta zona del país y ayudar a su desarrollo.

Muy cerca de Caicara, esas líneas deben cruzar el río Orinoco en dirección sur oeste para luego seguir en franco descenso al sur.

En ese punto hay tres torres grandes y cuatro "de amarre" para darles solidez. Cosa curiosa, dos de las tres torres principales, con sus 246 metros de altura, eran en su momento las más altas de todo el planeta y hoy día son las terceras, lo que indica la calidad de obra que se hizo.

La torre noroeste, ya en la orilla del Orinoco que corresponde a Guárico, es llamada El Vigía y fue hecha en zona de tierra firme, sobre un gran talud, pero el rebelde Orinoco, con sus corrientes cruzadas y su serpenteo de cambios caprichosos ha ido inundando ese talud. La obligación del gobierno, una vez constatado el fenómeno, era hacer las labores de contención y mantenimiento para evitar la erosión.

JUSTO LO QUE NO HA HECHO
El caso ya tiene 4 años y ahora las bases de la torre "de amarre" que refuerza a El Vigía está 60 metros dentro del agua, mientras la fuerte corriente del Río socava sus bases. ¿Cuánto más resistirán los pilotines? Nadie lo sabe.

Si colapsan no habrá energía eléctrica en todo Amazonas y en el extremo sureste de Apure por varios meses, incluyendo las minas de Bauxita de Los Pijiguaos, corazón de la industria del aluminio.

Las reiteradas denuncias de personas de la comunidad y técnicos no han conmovido la atención del gobierno nacional aunque se han hecho varias inspecciones por las actuales CVG, Cadafe y Edelca.

¿A cuál Sambil o a cuáles "venezolanos derrochadores" les echará la culpa el gobierno, si el poderoso Orinoco concreta su amenaza destructiva, por no haber cumplido ellos con su deber? Quizás esta denuncia los obligue a actuar.

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