jueves, 29 de octubre de 2009

Venezuela, reino mineral


La confirmación de la existencia de Coltán, el llamado mineral milagroso, ratifica a Venezuela como una plaza donde es posible hallar los minerales más valiosos de la actualidad, desde el oro y los diamantes, hasta litio y uranio.

La explotación minera es hoy uno de los retos que enfrenta la política de diversificación económica del presidente Hugo Chávez, cuyo propósito es abandonar el patrón de monoproductor de petróleo y poner orden en otros sectores como el minero.

Igual que en los casos del oro y los diamantes, parte considerable de cuya producción es sacada de forma irregular, las autoridades detectaron el pasado septiembre una explotación ilegal de coltán.

El propio presidente Hugo Chávez informó que ordenó acordonar

militarmente la zona -todavía no especificada- para evitar que se siguiera sacando el mineral de forma ilegal por Colombia, con Estados Unidos como destino final.

Antes, según versiones, el Coltán era sacado también de forma ilegal por la organización pseudo-religiosa Nuevas tribus -expulsadas en 2005- que contaba con pistas semiclandestinas propias y se llevaba directamente la carga a Estados Unidos.

Pero, ¿qué es el coltán?, ¿Cuál es su importancia?

Consultado por Prensa Latina el ingeniero Valerio Guerrero, un experto minero venezolano, explicó que el coltán (columbita-tantalita) es un mineral estratégico que pese a ser poco conocido es esencial para las nuevas tecnologías y relativamente escaso.

Cuando se convierte en tantalio metálico tiene una densidad el doble que la del acero y altamente resistente al calor y la corrosión y puede almacenar y liberar cargas eléctricas.

Esta propiedad lo convierte en un elemento vital para fabricar

capacitores (miniaturización) que controlan el flujo dentro de las placas de circuitos en teléfonos celulares, equipos de cirugía, computadores, televisores de plasma.

La aplicación abarca también sistemas de dirección de mísiles, trenes magnéticos, equipos criogénicos, airbags, centrales atómicas, tuberías de acero para oleoductos y recubrimiento de reactores químicos entre otros usos.

Guerrero estima que aunque los teléfonos móviles emplean cantidades ínfimas de tantalio las dimensiones del negocio, con más de mil millones de aparatos al año, multiplican su importancia.

Según estimados, por cada litro de petróleo que consume el mundo se hacen más de 100 llamadas por celular, miles de visitas a Internet y millones de personas ven televisores de plasma.

Las referencias suministradas por el experto indican que el Coltán puede extraerse mediante procesos primitivos similares a como se extraía el oro en California en el siglo XIX, con la excavación de grandes agujeros para sacarlo del subsuelo.

Luego se le echa agua y el lodo formado es vertido en tubos de lavado para que el metal se deposite en el fondo debido a su alto peso.

Estudios mineros indican que en Venezuela se identificaron

manifestaciones en Amazonas y Bolívar e investigaciones de microsonda electrónica muestran concentrados de conjunto columbita-tantalita de cerca del ocho por ciento en algunas zonas.

Todavía por definir la magnitud de los yacimientos, el mineral se suma a las extraordinarias riquezas de la región, con la esperanza de que no se repita el rastro de sangre que ha dejado en África.

El español Alberto Vázquez Figueroa, autor de la novela Coltan, basada en las luchas fraticidas impulsadas por el control del mineral en África, ha lanzado una predicción que no parece tan descabellada como fue en su tiempo la de los viajes de Julio Verne.

En su criterio "quien no tenga Coltán no tendrá nada que hacer en la industria de las telecomunicaciones", valoración de un autor de ficción que puede servir -al menos- de alerta sobre la importancia de la explotación del llamado mineral milagroso.

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